lunes, 11 de noviembre de 2013

EL PEYOTE



PEYOTE  





INTRODUCCIÓN


Lophophora williamsii, comúnmente llamada peyote, es una especie perteneciente a la familia Cactaceae. Es endémica de México y la parte sudoccidental de Texas (Estados Unidos). Se encuentra principalmente en el desierto de Chihuahua y en los estados de Coahuila, Tamaulipas, Nuevo León, San Luis Potosí y Zacatecas. Es muy conocida por sus alcaloides psicoactivos, entre ellos la mescalina, principal sustancia responsable de sus efectos psicodélicos. Posee una larga tradición de uso tanto medicinal como ritual entre los indígenas americanos y está extendida mundialmente como enteógeno y complemento de diversas prácticas, entre las que se encuentran la meditación y la psicoterapia psicodélica.

ANTECEDENTES HISTORICOS 




Desde la antigüedad, antes de que los europeos llegaran a la región de Mesoamérica, el peyote3 ya era utilizado y reverenciado por tribus nativas, tales como los mexicas, los huicholes del norte de México, y los navajos del suroeste de Estados Unidos, como parte de su espiritualidad tradicional. Es posible que dichas culturas hayan dejado textos o códices donde expresaran la forma de uso del peyote; sin embargo, estos pudieron haberse perdido o fueron destruidos por los conquistadores europeos. La primera referencia histórica de los europeos fue hecha por un misionero: el monje franciscano Bernardino de Sahagún, quien en 1560 escribió sobre los efectos alucinógenos que producía su ingestión. En este trabajo escribió que los chichimecas fueron los primeros en descubrir y usar el peyote.
A finales de 1800, la tradición comenzó a extenderse hacia el norte, como parte del resurgimiento de la espiritualidad nativa bajo el auspicio de lo que vino a llamarse “Iglesia nativa americana” (Native American Church) y cuyos miembros se refieren al peyote como “la medicina”, utilizándola para combatir el alcoholismo y otras enfermedades sociales. Esta iglesia es sólo una y la más visible entre las diversas organizaciones que utilizan esta planta en sus prácticas espirituales.


ETIMOLOGIA


La palabra «peyote» parece tener un origen azteca: pudiera significar ‘disturbio’ o “estimulación”, entre otros. Sin embargo, Molina, en su diccionario, dice que la palabra deriva del náhuatl peyotl, lo cual significa algo como ‘sedoso’ o ‘capullo’. Pero esta palabra siempre ha tenido diferentes significados de una manera genérica. En ciertas regiones de México se le denomina flor de mezcal, de donde posiblemente se tomó el nombre de mescalina para el principio activo y por lo que se generó una confusión con el vocablo mezcal, que es un destilado alcohólico de un agave común en algunas regiones del sur de México.
 


DESCRIPCIÓN


Es un pequeño cactus (de 2 a 12 cm de diámetro por unos 5 de altura), casi esférico y deprimido en el ápice, con el cuerpo dividido en 5 a 13 gajos en forma de botón, de color verde grisáceo a azulado; esta parte, también llamada corona, es la que se corta para que la raíz, gruesa y en forma de cono, mantenga la capacidad de generar nuevos hijuelos por encima del corte sin que se pudra. Las areolas, carentes de espinas (sólo existen en el periodo juvenil de la planta), están recubiertas por una pelusilla blanquecina. Las flores, de color rosa pálido, surgen del ápice entre marzo y mayo. Todas las especies del género Lophophora son de crecimiento extremadamente lento: a menudo tardan más de 30 años en alcanzar la edad de floración (el tamaño de una pelota de golf, sin incluir la raíz).



 DISTRIBUCIÓN 




Distribución geográfica. Puntos marrones: zonas de recolección.
Puntos naranjas: colecciones. : Zonas de distribución dudosas o con poca información.[]

En el mapa se puede apreciar el área geográfica donde se distribuyen las especies del género Lophophora. El peyote es endémico de México (estado de Querétaro hasta el norte de los estados de Chihuahua y Coahuila), con excepción de una delgada franja al sur de los Estados Unidos. Trabajos previos ya habían esbozado dicha distribución. Se encuentra principalmente en altitudes entre 100 y 1.500 msnm y, excepcionalmente, a 1.900 msnm en el desierto de Chihuahua, aunque también está presente en climas más templados del estado de Tamaulipas. Crece bajo los matorrales del desierto, particularmente matorrales espinosos, para protegerse de los depredadores, y sobre suelos calizos.

CULTIVO



Los especímenes cultivados crecen a mayor velocidad; normalmente tardan entre 6 y 10 años en alcanzar la madurez a partir de plántulas de semillero. Debido a este lento crecimiento y a la sobre-recolección a que está sujeto, se le considera en peligro de extinción. 

El Peyote, al igual que otros cactus, es díficil de cultivar por semillas, aunque tomando los recaudos necesarios se pueden llegar a reproducir sin problemas. Las semillas poseen una baja tasa de viabilidad, por lo que es esperable que no se alcancen a desarrollar buena parte de ellas. El sustrato debe ser ligeramente básico, con un ph de 7,5-8 aproximadamente, y con un buen drenaje. Debe ser regado con poca frecuencia y solamente después de que la tierra esté completamente seca. En invierno no es necesario regarlo y se lo debe cuidar de las temperaturas menores a 0º.
En algunos casos resulta fácil el injerto de peyotes en cactus con mayor tasa de crecimiento.

 BENEFICIOS





NUTRICIONALES
El Peyote tiene muchos usos en la medicina tradicional: para tratar la influenza, la artritis, la diabetes, los desórdenes intestinales, la mordedura de serpiente, el piquete de escorpión y el envenenamiento por Datura. Los tarahumaras consumen cantidades pequeñas de peyote para combatir el hambre, la sed y el agotamiento mientras van a cazar y cuando corren detrás de un ciervo durante días sin comida, agua o descanso alguno.
Componentes: Alcaloides : Principalmente mescalina. Junto a este alcaloide tenemos otros como lofoforina, anhalamina, pellotina, peyonina, peyoforina y peyotina.


COMPOSICION QUIMICA

Posee alcaloides (en torno al 6%) derivados de la fenilalanina-tirosina, entre ellos la mescalina (3,4,5- trimetoxi-B-fenetilamina), que es un poderoso alucinógeno. También contiene hordenina (n, n-dimethyl-hydroxyphenylethylamina), n-methylmescalina, n-acetylmescalina, lophophorina, thyramina, anhalaninina, anhalonidina, peyotina y o-methyllanhalonidina. El contenido de mescalina en la planta fresca es de alrededor del 0,4%,8 y de entre 3 y 6% en la planta seca.

USOS






















Terapéutico

En algunos sitios se usa en psicoterapia, aunque su uso principal es como psicodélico. Aun siendo una de las drogas más potentes en cuanto a efectos psíquicos, sus efectos desagradables restringen mucho su consumo.

En psicoterapia se ha utilizado bajo prescripción médica para el tratamiento de la neurastenia.
Se ha utilizado también en cardiología. Se ha visto que ejerce un gran poder antibacteriano, siendo capaz de eliminar cepas que se manifestaron resistentes a las penicilinas.

Recreativo 

Estos botones generalmente se mastican o se hierven en agua para elaborar un té psicotrópico. La dosis efectiva de la mescalina es de alrededor de 0,3 a 0,5 g, y la experiencia dura alrededor de 12 horas. Se recomienda hacerlo bajo supervisión médica, ya que es ilegal en algunos países.

Medicinal


En la medicina tradicional indígena de algunos pueblos se ha usado como remedio para la diabetes, la neumonía y el cáncer; como analgésico, contra los dolores de muelas, reumatismo o artritis, asma, malestares intestinales, influenza; para facilitar el parto y aumentar el deseo sexual, también para efectos ocasionados por la mordedura de serpiente, picaduras de escorpión y algún otro tipo de envenenamiento.  



La molécula de mezcalina es una fenetilamina, relacionada estructuralmente con la noradrenalina y dopamina, por lo que posee fuertes efectos sobre el sistema nervioso autónomo periférico, así como sobre el sistema nervioso central. Probablemente ningún fármaco de este grupo posee una capacidad tan deslumbrante para suscitar visiones, y en especial para producir las más fantásticas mezclas de forma y color. Tras una primera fase de euforia sobreviene un período de serenidad mental y relajación muscular, donde la atención se desvía de estímulos perceptivos para orientarse hacia la introspección y la meditación.
Entre los efectos que produce su ingestión están las visiones, distorsión de las coordenadas espacio-temporales y alteraciones del esquema corporal. Sus efectos varían en función del ánimo del consumidor, sus expectativas y el medio que le rodea, por lo que tradicionalmente se ha destacado la importancia de que el uso de esta droga fuera unido a preparativos muy concienzudos; los efectos podrían resultar impredecibles. Los preparativos y manejo de la toma de esta planta deberían estar a cargo de marakames –chamanes o maestros peyoteros, generalmente de la etnia huichol–, quienes han heredado un conocimiento milenario de su manejo.
En estado natural los botones del peyote se mastican solos o en compañía de algún líquido, su sabor es bastante amargo. Cuando el cacto se deshidrata retiene la mezcalina indefinidamente. Puede reducirse a polvo para prepararse en té o añadirse a un jugo de fruta. La mezcalina pura se administra por vía oral o intravenosa.
Las dosis bajas son de 1 a 2 cabezas de peyote; las medias de 3 a 6; y las altas de 7 a 10 cabezas. Las dosis bajas de mezcalina pura van de 150 a 200 mg; las medias de 300 a 500 mg; y las altas de 800 a 1.000 mg. En ninguno de los casos, ni consumiendo peyote o mezcalina pura se ha reportado la existencia de una dosis letal.
Los efectos del peyote ingerido crudo o seco, al igual que el de la mezcalina por vía oral, comienzan entre los 60 y 90 minutos después de la ingestión y duran entre 7 y 10 horas. Los efectos de la mezcalina inyectada comienzan entre los 10 y los 20 minutos.
La tolerancia es prácticamente nula si las dosis se espacian un mes como mínimo. Sólo tras años o décadas de administraciones mensuales o quincenales, la dosis puede doblarse o triplicarse. No hay indicios de que el consumo de peyote genere adicción física o psicológica.

Una sobredosis ocasiona arritmias peligrosas por lo que debe considerarse como urgencia médica. Los efectos de un mal viaje pueden ser suavizados con 20 mg de diazepam (Valium®) o suspenderse con 50 mg de clorpromazina (Largactil®) o haloperidol (Haldol®). En bastantes ocasiones el acceso de pánico puede ser suprimido de modo fulminante con dos palabras, un leve desplazamiento en el espacio o el mero consejo de mirar con atención cierto objeto, o escuchar cierto sonido.

 

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